Apagón en España: qué pasó, por qué ocurrió y qué consecuencias deja

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Apagón en España

El apagón en España del pasado 28 de abril de 2025 ha sido uno de los sucesos más impactantes en la historia reciente del país. En cuestión de segundos, el 60% del suministro eléctrico nacional desapareció, dejando a millones de ciudadanos sin luz, colapsando servicios de transporte, sistemas de comunicación, hospitales, e incluso afectando a países vecinos como Portugal y el sur de Francia. Aunque los apagones son fenómenos poco frecuentes en Europa gracias a su robusta infraestructura eléctrica, este evento ha encendido todas las alarmas. ¿Qué causó realmente el apagón en España? ¿Se trató de un fallo técnico, de un fenómeno atmosférico o incluso de un ciberataque? A continuación, analizamos en profundidad las causas, consecuencias y reacciones oficiales tras esta emergencia sin precedentes.

¿Qué ocurrió exactamente durante el apagón en España?

El suceso tuvo lugar alrededor de las 14:56 horas del lunes 28 de abril. En tan solo cinco segundos, el sistema eléctrico español perdió más de la mitad de su capacidad. Ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla se quedaron completamente a oscuras durante minutos o incluso horas.

Los servicios de emergencia recibieron miles de llamadas. El metro de Madrid se detuvo con pasajeros dentro, varios hospitales activaron generadores de emergencia, y decenas de vuelos fueron suspendidos. También se produjeron interrupciones en las redes móviles e Internet, afectando gravemente a la comunicación entre ciudadanos y autoridades.

¿Fue un fallo técnico o un fenómeno atmosférico?

Inicialmente, se barajaron varias hipótesis sobre las causas del apagón en España. Una de las primeras explicaciones fue la posibilidad de oscilaciones térmicas en líneas de alta tensión, generadas por un súbito aumento de temperatura. Según esta teoría, las altas temperaturas podrían haber dilatado el metal de las torres eléctricas, generando inestabilidad en la red.

Sin embargo, esta hipótesis fue posteriormente desmentida por la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), que confirmó que las temperaturas no presentaban anomalías extremas ese día. Otras teorías apuntaron a la posibilidad de un ciberataque a infraestructuras críticas, una hipótesis que todavía está bajo investigación por parte del Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT) y el Ministerio del Interior.

La respuesta de Red Eléctrica y el Gobierno

Red Eléctrica de España (REE), responsable de la gestión del sistema eléctrico, informó en un comunicado urgente que se trató de un “evento excepcional de carácter europeo que afectó al equilibrio entre generación y demanda eléctrica”.

A su vez, la vicepresidenta Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, compareció ante los medios para asegurar que no se trató de un sabotaje confirmado, pero sí de un “fallo en cascada” que podría tener origen fuera de España. “Estamos trabajando con otros países de la UE para esclarecer si se trató de un fallo técnico, una tormenta solar o un ciberataque”, declaró.

¿Por qué fue tan grave el apagón en España?

España está conectada a la red eléctrica europea, lo que normalmente permite una distribución equilibrada de energía. Sin embargo, esta interconexión también implica que un problema en un país puede tener consecuencias en cadena.

Lo particular de este apagón en España fue su velocidad y su alcance. El sistema no tuvo margen de reacción, y las reservas automáticas de energía no fueron suficientes para contener el colapso. Las protecciones automáticas que suelen activarse en milisegundos no lograron frenar la pérdida de frecuencia, lo que generó un efecto dominó.

Afectaciones a infraestructuras críticas

Uno de los aspectos más alarmantes del apagón en España fue el impacto en infraestructuras críticas:

Banca y sistemas digitales: Cajeros automáticos dejaron de funcionar, y algunas plataformas de pago sufrieron caídas.

Transporte: Se detuvieron trenes de cercanías y metros en varias ciudades. El aeropuerto de Barajas operó a capacidad reducida durante más de una hora.

Sanidad: Varias UCI de hospitales madrileños tuvieron que activarse con generadores, poniendo en riesgo a pacientes con soporte vital.

Comunicaciones: Las redes móviles se saturaron. Muchos ciudadanos no pudieron contactar con emergencias ni con familiares.

Comparativa internacional: ¿Ha ocurrido algo similar al Apagón en España?

Eventos como el apagón en España no son inéditos a nivel mundial, aunque sí poco comunes en Europa. Algunos antecedentes relevantes incluyen:

  • Apagón de Italia (2003): Un fallo en Suiza provocó una desconexión de la red italiana dejando a 56 millones de personas sin luz.
  • Blackout de Nueva York (2003): Una avería en Ohio derivó en un apagón que afectó a varios estados de EE.UU. y parte de Canadá.
  • Apagón en Texas (2021): Un invierno extremo colapsó la red eléctrica estatal durante días, revelando la vulnerabilidad de las infraestructuras.

En todos estos casos, al igual que en el apagón en España, se evidenció la necesidad de sistemas más resilientes y coordinados.

¿Qué se está haciendo para evitar que vuelva a pasar?

Tras el suceso, el Gobierno ha anunciado una auditoría completa del sistema eléctrico nacional. También se están revisando los protocolos de emergencia y las interconexiones con Francia y Portugal.

Expertos del sector han solicitado que se invierta en:

  • Redes eléctricas inteligentes con capacidad de reacción más rápida.
  • Almacenamiento energético en baterías industriales.
  • Ciberseguridad crítica, especialmente en plantas nucleares y sistemas SCADA.

Simulaciones en tiempo real para detectar vulnerabilidades antes de que escalen.

El apagón en España no solo ha sido una crisis energética, sino también una advertencia clara de que la infraestructura crítica debe evolucionar frente a los nuevos desafíos del siglo XXI. La digitalización, el cambio climático, y las amenazas híbridas (como los ciberataques) exigen que gobiernos y empresas refuercen sus sistemas y protocolos. Mientras tanto, la ciudadanía también debe estar preparada: contar con linternas, cargadores portátiles y conocer protocolos de emergencia nunca está de más. Este evento ha dejado claro que, en la era tecnológica, el verdadero lujo es algo tan básico como tener luz.

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